Que la princesa no encuentra su estilo es evidente. No sabe que hacer ni con su pelo, ni con su vestimenta, ni con su vida. Ahora se los ha escalonado el pelito y se lo ha teñido en diferentes tonos de rubio.
Qué disfraz se nos ha colocado para la inauguración de una nueva planta industrial en Segovia.
No le falta detalle, es todo un poema su look.
Yo no sé, si esta mujer sabe que nos ha de representar, con saber estar, elegancia, ... se ha dado cuenta de que su imagen no nos beneficia. No es una quinceañera, ni una mujer normal de la calle.
A ver si sigues copiando a Rania de Jordania, y en algún momento aciertas.
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