Ésta es la genial idea de la doctora Sonnet Elhers.
Se trata de una vaina de látex que se introduce en la vagina a modo de tampón. La sensación para la portadora es inexistente, mientras que para el agresor, es algo más notable.
Consiste en una vaina que atrapa el miembro del hombre durante la penetración, y que le aporta un dolor agudo, permitiendo así a la mujer agredida, salir de la situación impuesta, y dar la voz de alerta.
Éste regalito, ha salido a la luz durante el mundial de Sudáfrica. Siendo éste un país con medio millón de violaciones al año.
El 28% de los hombre sudafricanos reconoce haberlas cometido alguna vez.
Ya veremos ahora, tal vez se les reconozca por la forma de caminar.
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