Una vez que comenzó a meterse bótox, ya no ha tenido fin, y como hay que inyectarse cada seis meses, la Kidman lo está cumpliendo a rajatabla, y es que esto es como la pescadilla que se muerde la cola, cuanto más bótox o vitaminas se meten, más cede la piel, y más habrá que meterse en la próximas inyecciones. Conclusión la arruga, cuidada desde dentro y desde fuera, es bella.
Y la australiana, tampocó paró aquí, se inyectó más y más e incluso se atrevió con los labios.
El resultado es ...., el que es.
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