El Príncipe Alberto II de Mónaco ayer se desposó religiosamente con la sudafricana Charlene Wittstock y tras el enlace religioso, surgió una nueva prueba de paternidad.
Su tercer hijo parece que ya está crecido, y habrá de someterse nuevamente el recién casado, a una prueba de paternidad.
Como tengan que repartir los fines de semana con todos los hijos que Alberto II tiene con otras mujeres, a los recién casados no les van a quedar fines de semana libres.
Pobre Charlene, va a salir de Mónaco nadando !!
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